martes, 27 de septiembre de 2011

Sobre el interés del blog

Todas mis sangres

El contenido de este blog se encuentra en construcción. Este ha sido creado debido a los 100 años de José María Arguedas. La propuesta es ir publicando textos de mi propiedad y ajenos, sobre la cultura peruana en general, en la que incluiré textos que incluyen a los pueblos andinos, a los amazónicos, orientales (Chino, en este caso) y finalmente al pueblo afroperuano. Este interés tiene que ver con la reafirmación de todas mis sangres, y teniendo una responsabilidad como escritora he decidio ir publicando textos referidos a estas etnias, por ser de mi interés y por pertenecer a tres de ellas, a saber El mundo Andino, La sigilosa cultura China y al pueblo afroperuano, por que constantemente se publicaran artículos de investigación sobre los mismos, poesía de la autora referido al tema, entre otros. Esto con la esperanza de unir a nuestros maravillosos pueblos en uno solo.


Atentamente,

Tania Agüero Dejo

Del Libro Route 66, publicado en 2007 en referencia a mi Herencia China

Este libro titulado "Route 66" aparecio en el año de 2007. Está dividido en 6 partes y sus títulos son los siguientes:

1.- Infernus
2.- Entre carnales y gringos
3.- Ciudades en batalla
4.- Espacios Abiertos
5.- Armónica Negra
6.- Refugio




Los poemas se hicieron pensados desde el inicio como una unidad, en las cuales de hablan de los chicanos (Infernus y Entre Carnales y Gringos), Ciudades en Batalla (Crítica a los Estados Unidos, su sociedad y sus seres marginales), Espacios Abiertos habla sobre sus esplendidos paisajes (Dedicado a las etnias indígenas de este país), mientras que Armónica Negra está dedicada a los afroamericanos. Finalmente Refugio nos habla del deseo de volver a casa, con los míos, pues aunque tiene ese país norteño buenas espectativas para algunos, para otros sólo representa la opresión de los más débiles. Espero, pues enjoy these poems.

Camino amarillo


Te dijeron sigue el camino amarillo
tú lo seguiste como niña buena
no había nada más que hacer en la granja.
Decidiste ver el mundo sin que nadie te diera permiso
porque todo es diferente afuera
eso lo tenías bien seguro.
Querías irte a California
el sueño de todas las niñas
pero ¡Qué diferente! ¿Verdad?
Ahora llevas trapos de colores
trapos de seda vieja
la temporada alta ha acabado
y te toca recoger cualquier cosa en el camino.
En tu cama debes pagar con creces tu desatino
extrañas los pasteles de tu madre
las conversaciones con tu padre cerca de la chimenea
pero es en vano recriminarse
sabes de memoria que no hay camino de regreso.
Hace tanto que saliste de casa
tu rostro ha cambiado
tus maneras han cambiado
tus olores se han vuelto parte de la calle
y ahora quieta y lánguida tienes que aceptar
unos dólares por nada por nada
con mucho dolor en tus costados.

29 Palms
(Mojave Desert)



Paredes pintadas se desplazan en la arena
están tan juntas que apenas tocan tus ojos
tus manos sienten esas paredes ásperas
ellas están llenas de virtudes y desatinos
tu auto lo estacionas cerca y como en
aquel país
a nadie le importa
decides colocar flores cerca del camino
así lo haces en casa
un coyote mira tus pasos apretados
y ese pájaro roadrunner
aquieta la sangre en tu garganta
puedes entonces producir nuevas imágenes
acicalar tus caries en el camino
caminar sin pensarlo dos veces
mirar la loma de piedra que se
asoma a lo lejos
pensar en tus pumas
asentar la cabeza
pensar que a esa misma hora
alguien cruza el desierto para
emprender
el camino a la vida
el camino a la muerte
el camino de regreso.

San Francisco
(Chinatown)



Desde que llegué a San Francisco oí
esos cantos de dragones
sus colas coronaban mis cabellos
de rojo como también coronaban
mis frentes alargadas.
Me costó un poco de trabajo entender
al comienzo que ya me encontraba en casa
una vez olidos los panecillos desteñidos en
las vitrinas pude comprenderlo
un poco más
entonces vi al chino flautista
sentado cerca del Bank of America
caramba me dije ahora sí puedes tener
la seguridad de que estás en casa.
El sabor de los platos fue recompensado
con todo lo que allí pude comprar
siempre me dijeron que los chinos
éramos sucios
me acomodé a la idea
nunca me importaron igual los
comentarios de los blancos.
Me paré a observar un rato los tranvías
la gente subía y bajaba a la mala
unos pasaban sin mirar otros sonreían
finalmente me refugié en un restaurante
lo escogí entre varios
entablé conversación con la dueña
me fascinó esa película china que
vi desde mi mesa
el plato de sopa que pedí llenó mis extravíos
saber que allí entre toda esa multitud
se encuentra esa sangre de dragón que
siempre me pregunté de dónde venía.


Batalla de dragones

A mi abuelo Antero


Entro en aquel restaurante donde me sirven
esa sopa aguada llena de verduras
afuera logro escuchar voces circundantes
que animadas por el movimiento de la
ciudad nunca aquietan sus pies en
un mismo lugar.
En la trastienda niños sentados en cajas sucias
me hacen irremediablemente recordar mi ciudad
sus ojos alargados son parte de los míos
así como esas ganas de hacerlo todo
en un instante
un presentimiento curva mis costillas
ese airecito se siente parte de mi pasado
cuento las monedas de 25 centavos
juego con esa cajita de acrílico
quiero encontrar mis ojos en ellos
compartir el mismo silencio.
Después de haber cruzado mares
pensar en mi bisabuelo
él pasó por acá antes de ir a Perú
quisiera saber qué diferente
habría sido si él se hubiese quedado en
San Francisco.
Resuelvo caminar sobre sus pasos
pasar por las mismas calles cuesta arriba
ver los mismos rostros
oler a rancio en las esquinas.
Los dragones pasan por mis pies
escucho los tambores de los ejecutantes
me siento parte de estas veredas sucias
de estos dragones imborrables
sensación que me ha acompañado
desde siempre.

Esquinas sin respuestas


Los casinos cerca de Palm Springs están rodeados de
campos de golf, campos de polo,
pero están también rodeados de gente con avisos de cartón
y en ellos se puede leer
This way to the casinos
las piernas dan queja al resto de tu cuerpo
tu boca la tienes seca y fría
horas mirando el mismo sol
el pasar de los autos entre la tierra
la indiferencia de los transeúntes
piensas en una silla callada en la orilla de tu casa
bandanna en la cabeza frotas tus manos sudorosas
das vueltas sin alcanzar tu destino
concluyes haciendo pantomimas inimitables
te desdices en tu pensamiento
te limpias los mocos
observas tus botas
esta tierra parece ser la misma
pero acá la lengua es la que manda
y no la tierra que pasa tranquila
bajo tus pies
entiendes que estás perdido
desatinos en el arenal
sigues cargando tu letrero
This way to the casinos.

Sobre mis punas corre un río cristalino (Mina de Atalaya-Espinar-Cuzco)

Estos poemas fueron escritos aproximadamente hace cuatro meses, debido a un pedido de Insula Barataria, que gentilmente publica mis poemas con decisión ferviente. Los mismos apareceran en el próximo número. La experiencia poética me ha llevado siempre por el debido camino. Hablar sobre lo nuestro es lo mejor, abandonarse en otros brazos es tarea perdida. Los dejo esperando disfruten de estos dos poemas. El primero está dedicado a un compañero de colegio, hace ya más de 36 años, cuando apenas teníamos 6 o 7 casi nos hundimos en el relave que estaba cerca de donde trabajaba mi afanoso padre (Ingeniero de Minas), quien por entonces tuvo la perfecta idea de hacerme parte de sus sueños llevándome a la puna de Cuzco, por un tiempo aproximado de 6 años, lugar en el que tuve la suerte de crecer entre cactos, cóndores, pumas y zorras, recolectando renacuajos del riachuelo que había cerca, mientras disfrutaba del vuelo de los cóndores, que cuidan mis días desde entonces. El segundo poema fur creado como parte del reconocimiento de migrante en la ciudad de Lima, que me acoge con sus brazos muchas veces, regalándome sus libros que me llenan el alma.




Darío Cruz Quispe

Correteando, correteando vamos por el filo del relave
mi padre me ha repetido su letanía
a nosotros qué nos importa el peligro
si estamos marcados por las piedras de los montes.
Jalando, jalando el carrito, brincamos como endemoniados
siempre pasos de gigantes engreídos.
Los tres jugamos a ser poderosos
la muerte es tan dulce en los niños
nuestras caras pintadas con ese mineral putrefacto.
Piernas arriba, piernas abajo
felicitándonos unos a otros.
¡Vámonos ya, Darío! ¡Es suficiente!
La tierra en su cara parece haberlo marcado
no quiere dejar tan fácil la parca.
El más pequeño obedece, me ha seguido
pero Darío, sigue allá atizando
dolores en su cuerpo diminuto.
La tierra gris nunca perdona
hechizada traga lo que es suyo.
Brazos y piernas luchan al principio
emanando gritos de calcáreos
sus hombros están en la superficie
pululando su último suspiro
agónico, inerte, gris, presagio.
Mis gritos, mis gritos se enardecen
su boca devora tierra depredante
sangre escupe, sangre escupe
sus pestañas no son ya tales
sus vestigios, sus sollozos imperceptibles.
¡Darío, Darío, te internas en mis venas
cantando sangrientos recuerdos!
Muerto estás, sepultado vivo,
aunque vivo, muerto por tragar muerte temprana.

Pared trastocada

Sobre una pared meada, trastocada
unos señores pegan afiches chicheros.
Desde el ómnibus evoco
mi casita de madera
arreciada en mi mina.
Acá los ruidos de los autos
el olor a incienso
allá el silencio de la puna
allála textura del ichu.
Verde, verde era el cobre de las piedras
verde, verde como los parques.
Inquieto, mi padre viene a mi mente,
inquieto y triste a veces
él habita entre eucaliptos
yo debo aferrarmefalsamente a
este cielo oscuro, oscuro de Lima.

Sobre el imaginario matsiguenga (mitología)

Poemas creados como parte de un estudio realizado a las diferentes culturas que de una u otra forma influyen en mi vida diaria. En esta oportunidad publicaré poemas de mi poemario titulado El soplo, que está dividido en cuatro capítulos. Está vez compartiré con Ustedes lo referente al mundo de los Matsiguengas (Etnia que habita la parte nor-oriental del Cuzco, justo detrás de la ciudadela de Macchu-Picchu).




Una mejor ubicación de esta etnia es la siguiente:




Los matsiguengas ocupan los territorios comprendidos entre 11° 20´ latitud sur y 71° y 73° 30´de longitud oeste, comprendiendo la zona del Alto Urubamba, parte del Bajo Urubamba, y hacia la zona del oriente zonas del río Manú y del Alto Madre de Dios. Por el lado oeste lomita con las cadenas montañosas que dividen el valle del Urubamba y el valle del río Apurímac y del río Ene.


Los títulos de las cuatro partes son los siguientes:


1.- Matsigenka
(Amanecer I – 3.500 a.C.)


2.- Tiwanaku
(Mañana II – 500 d.C.)


3.- Señorío de Chincha
(Tarde III – 1438 d. C.)


4.- Sicán
(Atardecer IV – 1050 d. C.)




Estos no son aún los títulos finales. Variarán probablemente según las correcciones que deben llevar más meses debido a la intrincada madeja de la realización. Cada parte cuenta con aproximadamente 9 poemas, pero en el transcurso algunos han sido variados, aumentados, etc. Esperando disfruten de ellos me despido.



Atte,
TAD.

El soplo

El soplo adentrado y venoso
irrumpió entre las frágiles bromelias
cortante y furibundo
apretó pétalos incandescentes
llamaba con sus alaridos
al silencio impertérrito.
Hojas y ramas se mecen
en sus brazos de hamaca
lacerado, pensativo
ejecuta sus maniobras
al amanecer de los días.


Yangóntoro (Megatherium)

Pareni observa el enajenado bosque
un ser gigantesco avanza rasgándolo todo
ramas y troncos se quiebran a su paso.
Pareni, piensa:“Es fuerte y arremete”.
Yangóntoro, la observa con los ojos fijos
comiendo insectos, lagartijas y semillas.
Pareni, la curadora, avanza firme hacia
el gigante enamorado
le acaricia el lomo en tanto éste
mueve su cabeza de un lado al otro.
Fuego y agua parecen haber
encontrado la armonía.
Obediente, Yangóntoro,
voltea el rostro hacia Pareni.
Ella, tumultuosa, fijo su pensamiento,
mece su lomo bestial,
la tierra cambia de colores,
verde, rojo, verde loro, verde hoja,
verde palmera.
Subyugado, Yangóntoro,
se levanta de la tierra convertido
en matsiguenga como ella,
elegido deberá seguirla en todos sus presagios.

Pareni

Un árbol sangrado agita sus ramas doliente
sus hojas quejumbrosas caen sobre el suelo
sediento y cansado murmura incoherente.
Pareni, camina agitando brazos curadores
busca con su ojo mágico lo oculto y lo impreciso.
Sus manos tocan el árbol agitado
acaricia, conforta, pregunta,
acude presta a su sollozo.
Afligida, esquiva, consciente
cura sus heridas con dedos,
soplos, lágrimas y cenizas de viento.
Aplacado el dolor de su ombligo
ramas y hojas se mecen fervientes
la serenidad lo cierne en un sueño eterno.

Al pueblo afroperuano

El checo es un instrumento musical conocido también como calabaza, propio de la ciudad de Zaña (Chiclayo), nos da un sonido bastante resonante, según el tamaño del mismo, mientras más grande el sonido se expanderá mejor, por lo que este checo de mi propiedad, tiene aproximadamente 38 cm. de circunferencia, aunque es de forma oval. En la parte de abajo pueden leer un texto de mi creación que saldrá pronto a la publicación, espero pronto contarles al respecto.






El checo está decorado en todos sus contornos por dibujos de aves, no se han podido hacer más detalles debido a la superficie inestable del mismo, a su concavidad y para no maltratar el instrumento que es usado en los momentos de ocio en casa.




Foto de Checo, decorado por la autora.





Checo

Redondo, abombado,
cascajo de tierras zañeras
trepidante cabalgas por el viento
apuntalando mis manos provechosas.
Acometes despierto, amarillo, ferviente.
Calabaza rasgada con manos amorosas
cultivada en la solar espera
acunclillas a quien te toca
arremetes postrimerías sin preguntar.
Elevando voces torrenciales
de agua y tierra ancestral
muestras el maizal cálido
el ají panca recolectado
el río puro con sus pájaros
oyendo el tum, tum de los morenos
vibrando con recuerdos apologéticos.
Ensimismada, perturbada por tus risueños
gorgojeos siento tronar mi cabeza
en lejanías felices de cencerro.